Este artículo fue escrito como respuesta a un debate que mantenían diversos aficionados en un foro de la raza sobre si el bóxer era o no apto para las funciones de guarda, defensa y protección.
El Bóxer como perro de defensa
Hola amigos/as:
He leído en vuestro foro un pequeño debate sobre si el bóxer es o no un perro de defensa y en principio echo en falta una precisión que considero necesaria. ¿Nos referimos como perro de defensa al que es capaz de ejecutar mejor o peor un ataque al figurante y a su manga, o a aquel que dentro de su casa o conducido por su dueño es capaz de repeler a un asaltante causándole el daño que sea necesario para que el agresor ceda o huya?
En el primer caso os diré que en mis 40 años de experiencia en la raza bóxer he tenido ocasión y perros suficientes como para tener una opinión que creo refleja bastante ajustadamente la valía del bóxer a tal respecto, ya que hace muchos años comencé a adiestrar a algunos de mis perros hasta que dejé de hacerlo al darme cuenta de que yo no estaba dotado para ello debido a mi carácter vehemente, poco paciente y nervioso, al punto de que los perros se contagiaban del nerviosismo, se aturdían y devenían peligrosos y otros se venían abajo y costaba mucho esfuerzo recuperarlos si es que se conseguía del todo.
Pero mi hija Natacha, de mucho mejor talante y con mayores conocimientos sobre adiestramiento que yo, demostraba hasta dónde se podía llegar, y así tuvimos algunos ejemplares que en los campos de trabajo de la época fueron ejemplos que ningún animal de ninguna otra raza pudo igualar y que todavía hoy se recuerdan en su faceta de atacantes. Pero es que además de demostrar de forma sobrada su capacidad para el ataque al figurante, después y fuera del campo de trabajo seguían siendo ese perro bóxer maravilloso, gentil, simpático y de fiar y tan difícil de encontrar fuera de nuestra raza ("Errores de concepto sobre aptitudes y capacidad del bóxer"), al extremo de poderles llevar a exposiciones donde podían ser manejados con absoluta confianza por jueces, expositores, público y niños sin que en mi dilatada carrera haya presenciado jamás un ataque o una agresión de un bóxer a no ser a un congénere, lo cual es no solamente natural sino necesario en un bóxer. No olvidemos sus orígenes.
Por cierto, me gustaría que me citaran otra raza o razas de defensa de las cuales y en general se pueda decir lo mismo.
Pero claro, si lo que añoran algunos es al perro guardián, ladrador, mordedor, utilizado en fábricas, pabellones o fincas, generalmente atados a una cadena y que en la mayoría de los casos cuando se les suelta de ella y de forma sorprendente se quedan en nada o en muy poco, efectivamente el bóxer no lo es, a Dios gracias, precisamente por esa cualidad casi única que le hace encantador con todo el mundo y que nace de su confianza en sí mismo y de la consciencia de su poder, además de que en general el bóxer es un perro muy avaro de su ladrido.
Pero que nadie se equivoque, el hecho de que el bóxer sea como es, no significa en absoluto que no se le pueda transformar en muy poco tiempo y con muy poco esfuerzo en un animal terrible cuya capacidad para atacar y hacer daño le convertirán rápidamente en una máquina muy peligrosa cuyo manejo sería delicado y fuera del alcance de la mayoría y que yo a nadie aconsejo.
Para ello serían necesarias unas pocas personas desconocidas para el perro y que a intervalos de días y en diferentes entornos y por supuesto controlado por su dueño, se acercaran a él y fingiendo bondad y con buenas palabras hicieran que el perro se aproximara a ellos a darles el lametazo de rigor y entonces agredieran al perro dándole un golpe fuerte que le sorprendiera y al mismo tiempo le hiciera daño al tiempo que dieran voces destempladas.
Esto repetido 10 ó 12 veces en diferentes sitios y circunstancias, de día, de noche, en la calle, en un parque, dentro del coche y por supuesto dos o tres veces después de llamar y a la puerta de la casa, convertirán a su encantador bóxer en algo que Vd. jamás pensó que tendría.
Claro está que esto tiene que ir acompañado del cese absoluto del trato con nadie que no pertenezca a su pequeño entorno familiar y la renuncia inmediata a exposiciones, carreras en el parque, además de toda clase de socialización.
Yo le aseguro que si Vd. hace esto su amado perro bóxer será tan buen defensor como el mejor de cualquiera otra raza.
Yo les podría dar los nombres de dos o tres perros bóxer y el de sus dueños, alguno hijo de Apache, que hoy maldicen el día en que se les ocurrió dudar de lo que tenían tras haber arruinado lo que prometía ser una brillante carrera expositora además de un acompañante ideal.
Y finalmente no olvidemos que tal y como están las cosas le puede suceder lo mismo que al “Condenado por desconfiado” de Tirso de Molina, o sea, una multa millonaria y posiblemente la cárcel.
Pero esté Vd. seguro, su bóxer es un soberbio perro de defensa.
Antón Moscoso
P.D. El tema daría para un libro pero razones de amenidad y de espacio hacen que haya pasado muy superficialmente por el asunto y haya obviado otros sistemas que los hay, por tanto os pido que me excuséis pero no quiero abusar de vuestro espacio y convertirlo en algo parecido al Quijote.
[ Bóxers Urkabustaiz'tar ]
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